La inteligencia artificial como motor de productividad
La inteligencia artificial (IA) no es solo una tecnología más; es un factor de cambio estructural que está transformando cómo trabajamos, qué producimos y, en última instancia, cómo se configura nuestra economía. Según un estudio de PwC, los sectores que han integrado la IA de manera intensiva están viendo un crecimiento en la productividad hasta 4,8 veces superior en comparación con aquellos que no la han adoptado. Este fenómeno, aunque prometedor, plantea preguntas sobre su implementación y el impacto en los trabajadores y las empresas.
La revolución transversal de la IA en los sectores productivos
La implementación de IA no se limita a un sector o una profesión en particular; su impacto es transversal y abarca desde el análisis financiero hasta la creación de contenido. Algunos ejemplos destacados incluyen:
- Sector financiero: Los analistas están utilizando la IA para automatizar la recopilación y análisis de datos masivos, permitiéndoles enfocarse en decisiones estratégicas. Esto no solo optimiza procesos, sino que eleva la calidad del trabajo.
- Atención al cliente: Los asistentes virtuales están revolucionando el servicio al cliente, resolviendo problemas de manera más rápida y eficaz. Además, ofrecen atención 24/7, lo que aumenta la satisfacción del cliente.
- Programación y desarrollo de software: Herramientas como ChatGPT o GitHub Copilot están transformando la programación. Un ejemplo notable es Morgan Stanley, que experimentó un incremento del 40% en la productividad de sus programadores al adoptar estas tecnologías.
- Creación de contenido: La IA generativa permite a creadores producir textos, imágenes y materiales audiovisuales con una rapidez y eficiencia sin precedentes. Además, disminuye los costes, democratizando el acceso a herramientas de calidad profesional.
- Sector legal: En EE.UU., el sector legal ha experimentado un impacto significativo, con un 78% de las tareas influenciadas por la IA generativa. Esto incluye la automatización de la revisión de documentos legales y la redacción de contratos.
«La IA está permitiendo que los empleados deleguen tareas repetitivas, liberando tiempo para centrarse en la creatividad y el pensamiento estratégico.»
La productividad individual: el auge del «becario atómico»
Un fenómeno interesante es el uso personal de la IA por parte de empleados que buscan mejorar su productividad sin una adopción formal en sus empresas. Según un informe de McKinsey, el 88% de los usuarios de IA no son especialistas técnicos, sino trabajadores que han integrado estas herramientas en sus rutinas diarias. Desde acortar tiempos de respuesta hasta encontrar soluciones creativas, la IA se convierte en un «becario atómico», potenciando las capacidades humanas.
Esto plantea un dilema para las organizaciones: ¿deberían las empresas formalizar el uso de la IA o dejarlo a la iniciativa individual de sus empleados?
Beneficios económicos y retos asociados
El impacto de la IA va más allá de las empresas. Según Goldman Sachs, la IA podría elevar el beneficio por acción (BPA) del S&P 500 un 1,5% adicional de manera estructural, mientras que McKinsey estima que la IA generativa podría agregar hasta 4,4 billones de dólares al PIB mundial cada año. Sin embargo, estas cifras optimistas traen consigo desafíos significativos:
- Automatización de tareas: La IA tiene el potencial de automatizar entre el 60% y el 70% de las tareas diarias, según McKinsey, lo que puede requerir una reinvención del rol de muchos trabajadores.
- Necesidad de formación: Al menos el 20% de los empleados necesitarán adquirir nuevas competencias para mantenerse relevantes en un entorno cada vez más automatizado (Statista).
- Preocupación por el empleo: Aunque el 96% de las empresas reconocen que los conocimientos de IA son una ventaja competitiva, el 52% de los trabajadores en EE.UU. teme que la IA sustituya sus puestos de trabajo (Mitre).
«La clave no es resistirse a la IA, sino aprender a trabajar con ella para maximizar su potencial y proteger nuestra relevancia profesional.»
La clave no es resistirse, sino adaptarse
La integración de la IA en el mundo laboral no significa la desaparición de puestos de trabajo, sino su transformación. Como bien se señala: «La IA no te va a expulsar de tu puesto de trabajo, lo hará alguien que maneje la IA mejor que tú». Esta frase encapsula una verdad clave: el futuro del trabajo pertenece a quienes sepan colaborar con la tecnología, no competir contra ella.
Referencias
- PwC. (2024). PwC’s Global Artificial Intelligence Study: Sizing the prize
- McKinsey & Company. . Economic potential of generative AI.
- Goldman Sachs Research. (2023). AI is showing «very positive» signs of eventually boosting GDP and productivity.